sábado, 9 de febrero de 2013

Reflexión vocación y profesión en Valdivia


 Caminando por el Calle-Calle tuve un encuentro casual con Lissete, profesora básica de 27 años, quien viajaba sola. Luego de conversar un tanto salió el tema de su trabajo y lo que yo estudio. Me dijo “¿Estás consciente que vas a ser profesor?”. Me dejó desconcertado. “Porque solo serás licenciado” … Nos saltaremos esa parte. Por lo que ella decía nos han vendido una mentira donde la vocación da la felicidad, y ser bueno en lo que haces abre los caminos. “Como hoy están las cosas todo es muy distinto”. Lissete me explicaba que hoy el buen profesional es excluido del sistema, el cual es permanente, inquebrantable, no admite cambios. Me explicaba que al llegar a un profesional bueno a un lugar, y tras señalar él las fallas que se cometen, todo con ánimo de mejorar, pronto lo terminan por marginar, haciendo poco grato la actividad laboral.

 Actualmente se buscan personas obedientes, que hagan todo en la forma establecida, con rutina quizás, sin cuestionar ni reflexionar nada sobre lo que hace. Lo anterior podría llevarnos a una de las más grandes mentiras jamás contadas: El profesional bueno tiene éxito. Aparentemente esto es falso. Obviamente Lissete hablaba del ámbito de la educación, pero al ser también una parte del mundo laboral creo que esta realidad también se puede extender a otros campos.

 Lisset me decía “muchas veces los colegios, liceos especialmente, prefieren profes malos, de U privadas, para pagar poco y para tener personas que no lo cuestionen todo”. Al parecer el punto de pagar poco es importante. Es posible que el país esté cambiando, y lo esté haciendo para mal. Las personas buenas e inteligentes parecen no encontrar pega, y no se permite que cuestionemos nada. El sistema quiere mantenerse inmutable a todo costo.

 Como un pobre estudiante de biología me atrevo a decir que lo que no cambia, lo no dinámico, lo que no se mejora a sí mismo, PERECE.

 Lissete me decía la impotencia que se siente al ver que eres bueno, que eres un seco, que te sacaste la cresta por 5 años por un título, que te endeudaste y pasaste mil penurias para ganar una miseria, casi lo mismo, sin ánimo de desmerecer, que un trabajador de Falabella. Otro dolor que se siente dijo es que la gente mira el profesor como cualquier huevada, ganas poco, nadie te lo agradece, nadie te respeta, “tiene el un alto precio ser profesor” decía. Cuento corto, me contó que tras ejercer un tiempo en las aulas renunció por verse limitada por el ambiente y ahora trabaja en la editorial Santillana, creando los libros de lenguaje destinados a la educación básica. Cito sus palabras “lo importante es sentir que lo que haces vale la pena. Sé que lo que yo hago va a ayudar e influenciar en muchos niños, pues muchos usaran los libros, en cambio antes solo tenía influencia sobre 30 o 20 niños”.

¿Qué hay de la frase típica: el dinero no hace la felicidad? Ella tenía un pensamiento diferente “Sin dinero no podría estar acá” me dijo. “No podría estar viajando ni alojando, no podría darme estos gustos, es con lo que te mueves ¿cómo no va a ser importante?”. Yo tampoco hubiese estado sin dinero allá.  Aparentemente no se puede vivir de la pura vocación.  Dinero, gustar de lo que haces, sentirte importante, más la familia parecen ser los ejes de la vida, pues nadie se alimenta del aire. Por último Lissete me dijo que encontrar pega hoy con licenciatura es algo muy pero muy difícil,  sino imposible para el caso de Chile. Hay que hacer de inmediato y sin falta algún magíster, pues los postgrados son realmente fundamentales .  

1 comentario:

  1. Hum, estás dentro de un mismo sistema, la educación y la gente muy aplicada, los " buenos " estudiantes son parte de ese sistema y dudo mucho que quieran salir de él. Los buenos tienen mejores pegas porque si realmente eres inteligente vas a saber como hacerlo para salir adelante y moverte dentro de la misma rama que en esta época ya está implementado.
    Y claro que no, el dinero no hace la felicidad pero simplemente es lo que te hace vivir aquí y decir " tengo que trabajar para sobrevivir " y seguir la misma linea sin dejar de cuestionarte en si la vida entera porque ya está hecho y dicho así. En otro lugar, otra época u otras culturas, en escasas partes el dinero no es mas que un mal necesario para que te logren controlar.
    Es lo malo de ser un soñador en estos tiempos, no vas a cambiar el rumbo del mundo por más que lo intentes, de todo modos yo prefiero morir haciendo lo que me gusta y defendiendo mis ideas que ser un bicho más dentro del sistema.

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